FE DE RATAS DE LA SANCION A RELACIONES ENTRE GAYS Y LESBIANAS, NO ES LO MISMO PERO ES IGUAL

Hoy salió la "Fe de Ratas" corrigiendo la disposición homo lesbofóbica del DL 1150 que sancionaba a los/as policías por tener relaciones sexuales con personas del mismo género, que causen escándalo o menoscaben la imagen institucional  y que se llevaba de encuentro la mismísima Constitución Política del Perú y la Sentencia del Tribunal Constitucional del caso Código Justicia Militar 0023-2003-AI/TC, la cual dispuso constituir una clara afectación al principio de igualdad el prever faltas disciplinarias y/o delitos sólo para las relaciones contra natura y no la práctica en general de cualquier relación sexual en sede militar.

Más allá del disparate inconstuticional del DL 1150, queda claro el imaginario homofóbico y lesbofóbico -incluyo la lesbofobia porque la presencia de lesbianas posiblemente sea inimaginable y negada por estos machotes, negación que pondría a las policías lesbianas en permanente riesgo de violencia simbólica, física, sicológica y sexual que probablemente quedaría impune-  existente en la policia del Perú, en el que las sexualidades disidentes o diferentes a la heterosexual siguen siendo vistas como depravaciones o desviaciones psicosexuales merecedoras de las sanciones más rigurosas, sanciones que contemplen la exclusión o desaparición de gays o lesbianas. Desaparecer, esa es lo que para las autoridades policiales debería hacerse con aquellas personas con sexualidades diferentes al mandato heteronormativo y binario, sólo hombres y mujeres, sólo machitos (violentos) y féminas (reproductoras), así de jerarquizador, así de violento.

Por eso, la "Fe de Ratas"  publicada hoy en las normas legales del diario El Peruano, si bien es cierto ha tomado en cuenta la Sentencia del Tribunal Constitucional - la infracción corregida dispone a partir de hoy tener relaciones sexuales que causen escándalo o menoscaben la imagen institucional- osea ya no sólo para el caso de gays y lesbianas sino para todo aquel/lla o para cualquiera que mantenga relaciones sexuales que causen escándalo, probablemente sean  las sexualidades disidentes las sancionadas por la policía; en su imaginario homo lesbofóbico y machista la heterosexualidad no tendría por qué causar escándalo, es la conducta sexual normal, esperable y legítima, en cambio las sexualidades disidentes  son depravadas, desviadas, ilegítimas y sancionables.

Queda de parte de lxs activistxs LTGB, líderes de opinión y gays y lesbianas en general hacer vigilancia, mantenernos atentxs, ahora de lo que se trata es de disputar sentidos democráticos con perspectiva de género y diversidad sexual, de laicidad del Estado, luego mantenerlos y posicionarlos. Que esta "Fe de Ratas" no sea sólo un cambio de palabras, que sea real. Esa debería ser la hoja de ruta con miras a ampliar las ciudadanías, respeto, ejercicio y garantía de los derechos fundamentales de todxs, al final de lo que se trata es de lograr una sociedad inclusiva y amable con todas las formas de vida, con todas las identidades sexo afectivas. 

Dicho esto, lo que no debe pasar desapercibida es otra infracción contemplada en el DL 1150, la tipificada por maltratar física o psicológicamente a los padres, cónyuge, ex cónyuge, conviviente, ex conviviente, hijos o personas a su cargo, cuya sanción ha sido elevada de 6 a 10 días de sanción a de 11 a 15 días de sanción. La violencia hacia las mujeres sigue siendo una falta leve que en el peor de los casos amerita 15 días de sanción de rigor. Esa es la otra parte del imaginario de la policía? el machismo que reproduce y legitima la violencia hacia la mujer y hacia los hijos? Por el tipo de sanción al parecer es casi aceptado, claro, sustentaría la relación de poder de estos servidores públicos machos en detrimento de la vida, la salud y los derechos fundamentales de las mujeres, los hijos e incluso los padres. 

En las instituciones policiales y militares falta mucho por cambiar, desde los reglamentos y leyes hasta las prácticas e imaginarios que subyacen y sustentas sus disciplinas, éticas e imágenes institucionales, de eso no hay que olvidarnos.