10 de marzo de 2015

Unión Civil YA

Los derechos se ganan luchando.

En el Congreso y en las calles.


Las personas somos diversas y diferentes como lo son las expresiones culturales y artísticas, los afectos y sexualidades, las espiritualidades, creencias y opiniones.

Toda esta diversidad se reconoce, promociona y celebra, excepto la diversidad de personas con sexualidades y expresiones de género diferentes a la heterosexual.

Los prejuicios, los fundamentalismos, los miedos se han ido instalando en el imaginario social desde hace cientos de años. Este imaginario heteronormativo, o pensamiento homogéneo, no acepta la diversidad sexual, rechaza y sanciona las orientaciones y expresiones sexo afectivas diferentes a la heterosexual, produce y reproduce discriminación, violencia, negación de derechos y sufrimiento a las personas lesbianas, transgéneros, gays, bisexuales e intersex –LTGBI, por el sólo hecho de ser y amar diferente.

Cuando las y los LTGBI se visibilizan, cuando se expresan públicamente, la lesbofobia, homofobia o transfobia -que es el rechazo y odio a las lesbianas, gays y personas transgéneros- se exacerban y se producen situaciones tan lamentables como la protagonizada el día de ayer por el conocido sacerdote Luis Bambarén al llamar “maricón” al congresista Carlos Bruce impulsor de la ley de unión civil en el Congreso de la República. Si esto le ocurre a un Congresista, no es difícil imaginar los grados de agresión que puede llegar a padecer una lesbiana en su centro de trabajo, un adolescente gay en el colegio o en su familia, o una persona transgénero en cualquier circunstancia.

El Perú tiene una Constitución Política que reconoce los derechos fundamentales a la igualdad y no discriminación para todas y todos, es un Estado que forma parte del sistema internacional de derechos humanos, que reconoce públicamente su voluntad democrática y respeto a la persona en toda su expresión. Sin embargo, en la práctica, en la vida cotidiana, todo esto es letra muerta. ¿Que falta, como se cambia esto?

La comunidad LTGBI consciente de esta realidad y de la necesidad de cambiar el imaginario social que l@s discrimina, tiene el firme propósito de contribuir a modificar esta situación a través de la creación de leyes y políticas públicas que garanticen igualdad de oportunidades y una vida libre de violencia. Sabemos que el camino es largo, que el reconocimiento efectivo de nuestros derechos lo iremos logrando de a pocos.

Por eso es tan importante lograr hoy la aprobación de la ley de unión civil en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República. No es todo lo que queremos, sí;  tenemos posturas diferentes y críticas, sí; que esto no resuelve el problema de la discriminación y violencia, sí. Pero ayuda, y mucho. La ley de unión civil será un pequeño avance hacia la igualdad de oportunidades, el primer gran paso de los muchos que aún nos faltan dar.

Y tan importante como la ley es también visibilizarnos cada vez más, sumar, tomar la calle, eso también constituye nuestro aporte a la democracia, desarrollar acciones públicas expresando nuestras identidades y afectos cuestionan y fortalecen la democracia, la integración de las y los peruanos en toda nuestra diversidad respetando nuestras diferencias. Recibiremos rechazo e incluso agresiones verbales como las de Bambarén o como en Besos contra la Homo Lesbo Transfobia de este año, pero el no quedarse callad@, responder, confrontar el fundamentalismo, la misoginia y el odio irán horadando ese pensamiento homogénero que pretende pisotear nuestros derechos.

Nuestros besos, nuestros afectos, nuestros proyectos de vida, nuestras familias, nuestras hijas e hijos, merecen los mismos derechos que una persona y familia heterosexual, merecen vivir libres y en paz.

Un país integrado es un país que respeta la diferencia, en el que podamos convivir dignamente personas de distintas religiones, etnias, filiación política, géneros, orientaciones sexuales e identidades de género.

Las peruanas y peruanos compartimos cosas en común, territorios, expresiones culturales, lugares de procedencia, historias. Que nuestras diferencias nos fortalezcan y nos permitan crecer y ser un mejor país con mejores personas.

Mónica Coronado

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